Sí me importa
Su hogar por 4 años y 8 meses fueron las arenas del desierto del Sahara. No sabía dónde estaba ni qué fecha era, sólo sabía que tenía que sobrevivir. Gloria Narváez llevaba 7 años como

Su hogar por 4 años y 8 meses fueron las arenas del desierto del Sahara. No sabía dónde estaba ni qué fecha era, sólo sabía que tenía que sobrevivir. Gloria Narváez llevaba 7 años como misionera en Malí cuando fue secuestrada por yihadistas en octubre de 2017. Esa noche comenzó una verdadera odisea, Fue despojada de su hábito, insultada, encadenada. Intentó escapar 5 veces, sin éxito. Hasta que finalmente, hace sólo 8 meses, recuperó su libertad. Regresó a su Colombia natal, pero a pesar de todo, sueña con poder regresar a África. ¿Cuál fue la causa de su sufrimiento? Ser cristiana.
A miles de kilómetros, en Pakistán, Maira Shabaz, con sólo 14 años, fue secuestrada, obligada a renegar de su fe y a casarse con un musulmán. «¿Quién nos ayudará? ¿Quién hablará por nosotros? ¿A quién le importa nuestra situación?», dijo a la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN) una vez que logró escapar.
Gloria y Maira son sólo 2 ejemplos, dentro de los millánes de cristianos que son hostigados o perseguidos por su fe. Nos puede parecer algo extemporáneo, pero en pleno siglo XXI la libertad religiosa es vulnerada en muchos lugares, a pesar de que es un derecho fundamental, recogido en el artículo 18 de la Declaración Universal de Derechos Humanos. En 1 de cada 3 países no se respeta la libertad religiosa. Los cristianos son el grupo más atacado.
Este domingo 26 de junio, la Iglesia chilena conmemora el «Día de Oración por los Cristianos Perseguidos». Alcemos nuestras voces para hablar en nombre de aquellos que ya no pueden y de los que son perseguidos y oprimidos en el mundo por causa de su fe. No seamos indiferentes a la pregunta que nos hace Maira desde Pakistán: «¿A quién le importa nuestra situación?» Ojalá seamos muchos los que este domingo digamos: ¡A mí me importa!
Por Magdalena Lira. Directora Nacional de la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN Chile). Vocera Fundación Voces Católicas.
Fuente: La Tribuna