El plebiscito y el coronavirus: Los temas que se tomaron el Te Deum Ecuménico 2020
"Participe, haga su aporte expresando su voluntad a través del voto. Participe. Para decidir bien, infórmese: que le digan las consecuencias de cada opción, pero no permita que nadie le obligue a cómo votar o

«Participe, haga su aporte expresando su voluntad a través del voto. Participe. Para decidir bien, infórmese: que le digan las consecuencias de cada opción, pero no permita que nadie le obligue a cómo votar o que nadie decida por usted». El llamado es del Arzobispo de Santiago, Celestino Aós y representa el corazón del mensaje que entregó en la homilía del Te Deum Ecuménico 2020 que se realizó en el Santuario de la Inmaculada Concepción en el Cerro San Cristóbal.
Con el plebiscito en el horizonte Aós también invocó el diálogo entre las autoridades y ciudadanos: «Si es buena hora para las palabras y diálogos, es hora propicia para los buenos ejemplos. Estar dispuestos a colaborar y trabajar en equipos: nadie tiene toda la verdad, pero todos tenemos algo que aportar», subrayó.
En días difíciles para Chile y el mundo, nuestro Arzobispo llamó a estar abiertos a los cambios: «Cada ciudadano que mejora su comportamiento está construyendo el Chile nuevo y mejor. Quien no está dispuesto a cambiar saldrá peor y más empobrecido humanamente de esta crisis que vivimos».
A la ceremonia llegó el Presidente de la República, Sebastián Piñera y la Primera Dama, Cecilia Morel. Siguiendo todos los protocolos de seguridad sanitaria, la oportunidad también sirvió por las personas que han sufrido los efectos de la pandemia: «Buen Jesús de las bienaventuranzas; haznos dar sentido al sufrimiento que padecemos, haznos tener presente que más allá del coronavirus nuestra vida nacional tiene otra serie de problemas y desafíos que autoridades y ciudadanos debemos enfrentar buscando siempre el bien de todos», concluyó.
Por si te lo perdiste, a continuación te dejamos la transmisión completa del Te Deum ecuménico 2020
Además, te dejamos las frases destacadas de la homilía:

1. Jesús andaba con los ojos abiertos. Porque en la vida hay limitaciones, deficiencias, injusticias, problemas, ante los que no se pueden cerrar los ojos. Enséñanos a ver las deficiencias, los pecados y maldades de nuestra vida hoy en nuestro Chile: porque hay gente que llora, que tiene hambre, que busca justicia, que se siente en precariedad. Que no seamos de los que no ven o no quieren ver porque piensan que así ya no existen los problemas.
2. Hay tantas cosas buenas en Chile. Ayúdanos a verlas y disfrutarlas. La naturaleza y las cosas, la amistad, la ayuda generosa de los voluntarios, la responsabilidad de quienes hacen su trabajo y aporte honestamente y de quienes van más allá, nos admira el esfuerzo y trabajo sacrificado y generoso de los servicios de salud
3. Jesús nos invita a esforzarnos para aliviar en lo que podamos. Somos responsables del cuidado de lo común: el planeta, el agua, el aire, la ciudad y los bienes comunes.
4. Necesitamos de los demás. Nadie se salva solo; ningún grupo solo; unos con otros, todos protagonistas; y con Dios. Dios promete la paz a su pueblo. Construir la cultura de la verdad y la justicia, del respeto y la paz.
5. Es tarea de todos, pero quienes tenemos autoridad o relevancia social debemos dar ejemplo. Si es buena hora para las palabras y diálogos, es hora propicia para los buenos ejemplos. Estar dispuestos a colaborar y trabajar en equipos: nadie tiene toda la verdad, pero todos tenemos algo que aportar.
6.Queremos ser, junto a la gran familia de quienes vivimos en Chile, constructores de una sociedad más justa, con una vida más austera y un mayor cuidado a los más frágiles y a toda la creación.
7. Hoy experimentamos fuertemente nuestra debilidad y el sufrimiento de los hermanos nos desgarra; por eso, continuaremos haciendo lo que está a nuestro alcance para acompañar a los que van quedando solos y abandonados. Contigo, Virgen del Carmen, juntos en este camino, hoy te confiamos lo que somos, lo que tenemos y lo que vivimos.