02/12/2023
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Marcela Bravo: “Es momento de recuperar la confianza”

Marcela Bravo es buena para escuchar y hacer preguntas. Pero esta vez le tocó contestarlas. En 2020 participó en el proyecto Nuestra Mesa que fue organizado por nuestra fundación en conjunto con la Pastoral UC

Marcela Bravo es buena para escuchar y hacer preguntas. Pero esta vez le tocó contestarlas. En 2020 participó en el proyecto Nuestra Mesa que fue organizado por nuestra fundación en conjunto con la Pastoral UC y queríamos que nos contara su experiencia. Durante esta conversación reflexiona sobre los temas que hoy la motivan como gerente general de Acción Empresas y por supuesto como ciudadana: El diálogo, el encuentro, la economía circular y el proceso constituyente

¿Cómo interpretas los resultados de las últimas elecciones? 

Interpreto que las personas quieren y buscan más conexión de sus representantes con las necesidades reales. Hay una conciencia mayor respecto a que tenemos que cuidar el planeta porque hasta ahora el crecimiento ha sido en base a no cuidar la casa común. El problema es que cuando las empresas o el Estado no se preocupan de esa casa común, se paga con más pobreza, desigualdad y menos dignidad para las personas. Veo eso y también veo que hay una crítica muy fuerte a la política que no conecta con las personas. Por otra parte creo que es momento de recuperar la confianza. En un proceso como éste se pide transparencia y eso es muy relevante. Que las posiciones estén representadas por personas que pongan el bien común por delante. Eso convoca y permite encontrarnos.

Fuiste parte de los diálogos de Nuestra Mesa, ¿qué te gustaría destacar de esa experiencia?

El diálogo, encontrarse con otro sin querer cambiarlo es una forma de relacionarnos que tuvimos en Nuestra Mesa y que deberíamos mantener porque te enriquece. Créeme que mientras participé en los diálogos, estaba con mucha exigencia de trabajo, pero terminaba feliz de haber escuchado y aprendido de otros. Me encantó este trabajo, pusimos mucha atención en las encíclicas del Papa que están muy conectadas con la realidad y lo cotidiano. Ese trabajo, el del Papa Francisco, en Laudato Si y Fratelli Tutti es un trabajo tremendamente aterrizado. Y lo que hicimos en Nuestra Mesa fue adelantarnos a la discusión que viene, el libro que salió de ahí es para leerlo, reflexionarlo y compartirlo. Es muy fácil de leer y creo que tiene mucha vida por delante.

Esta experiencia se da en medio del descrédito de las instituciones, del que no escapa la Iglesia ¿Cómo se puede hacer para viralizar un libro como éste en el contexto actual? 

Personalmente me pasa que esta falta de credibilidad en las instituciones choca con que necesitamos de la institucionalidad. Cuando llevamos a las personas la visión de la Iglesia, la mirada de la Iglesia sobre estos temas, nos damos cuenta que hay reflexiones similares. Entonces creo que hay que trabajar para explicar esta visión ligada a lo terrenal, no a lo celestial. La única manera de conectar a la Iglesia con las personas es siendo súper coherente en las acciones concretas. Ese es el camino y por otro lado hay que tener paciencia porque requiere tiempo. 

La experiencia de Nuestra Mesa puede ser similar a lo que se encontrarán los próximos constituyentes, personas muy distintas dispuestas a conversar ¿Cómo fue eso? 

Nos sentamos a la mesa y teníamos muchas visiones diferentes y cuando eso pasa creo que es súper importante prepararse: Leer, buscar información certera, investigar, buscar datos para llevarlos a la conversación y hacer buenas preguntas, ocupar la escucha activa.También hay una dimensión ética en escuchar al otro teniendo, como te dije anteriormente, al bien común como centro. En ese sentido en la convención constitucional hay independientes que pueden hacer eso con bastante libertad porque no tienen un partido detrás y eso les puede permitir estar más abiertos a escuchar.

¿Qué temas vieron en tu mesa que pueden ser temas de Chile en los próximos años?

El tema del agua sin duda será muy relevante para Chile en los próximos años. Eso lo conversamos mucho y creo que será muy importante también en la discusión constitucional. Chile ya es uno de los países más afectados por el cambio climático y eso se agudizará en los próximos años. Cómo priorizamos a las personas en el consumo del agua y cómo se conjuga eso con las necesidades de la empresa es un debate interesante y clave.

¿Alguno más?

Otro tema muy importante para los próximos años es la economía circular. Es muy importante que tengamos los incentivos correctos para impulsarla y es un tema que sobrepasa a las empresas. Es un tema cultural porque nos lleva a pensar cómo consumimos, a las empresas cómo producen y a los Estados a qué modelo aspiran. Eso lleva a otro tema que es cómo generamos un cambio cultural hacia un modelo más sostenible. Hay que disminuir el consumo, pensar más en la reparación que en comprar más cosas y en eso la pandemia ha sido muy buena porque nos ha permitido ver que no necesitamos tanto para vivir.

¿Las empresas están preparadas para eso?

Creo que las empresas y las personas en general tienen que volver a conectarse con un propósito, conectarse con esa necesidad de las personas que ellas solucionan y ponerlas en el centro. Al hacerlo le damos otro sentido a nuestro trabajo y nos permite entender que somos una parte importante para el país más allá de lo económico.  

¿Cómo ves el futuro?

Confieso que paso por etapas, pero siempre vuelvo al optimismo. Creo que tenemos que tener un rol muy activo donde el bien común siempre sea lo principal y donde no permitamos que nos lleven a los extremos. Pienso en mis hijos y mis nietos y espero que ellos tengan una sociedad más justa, armónica y colaborativa.


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