29/03/2024
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Jack Valero: “Para comunicar nuestra fe no tenemos que luchar contra otros sino buscar el punto de encuentro”

En entrevista con el portal Religionenlibertad.com, el cofundador de Voces Católicas se refirió a la evolución que ha tenido la fundación desde sus inicio en Reino Unido en 2010 y los desafíos actuales para comunicar

En entrevista con el portal Religionenlibertad.com, el cofundador de Voces Católicas se refirió a la evolución que ha tenido la fundación desde sus inicio en Reino Unido en 2010 y los desafíos actuales para comunicar nuestra fe. “Al principio la tarea de Catholic Voices era preparar a católicos para comunicar de manera eficaz en los medios, sobre todo la televisión y la radio. Después vimos que muchas personas entrenadas en el método también podían dar charlas y talleres en colegios y parroquias o incluso en seminarios diocesanos, y así mucha más gente podría aprender a comunicar mejor”, explicó.

El método de comunicación de Voces Católicas se basa en buscar los valores compartidos con los que podrían oponerse a nosotros, y se puede utilizar no solo en los medios sino en la vida diaria, con parientes, amigos y colegas en el trabajo. Según Valero, “aprender a utilizar el método da mucha confianza a los católicos a la hora de comunicar lo que llevan en el corazón”.

¿En qué sentido es hoy oportuna una defensa de la fe católica según el método de Voces Católicas?

-La sociedad está cada vez más polarizada y mucha gente ya no escucha a otros. Hemos visto que Voces Católicas ayuda a gente a comenzar su comunicación escuchando y haciendo puentes, como pide el Papa Francisco.

Hoy día es importante tener buena formación en temas nuevos (como por ejemplo cuestiones de género y sexualidad), pero no es suficiente. Hay que entender también cómo ven esos temas los demás para poder comunicar nuestra posición con eficacia. Si no, muchas veces no hay comunicación y la gente no entiende lo que cree la Iglesia.

Es necesario que todos en la Iglesia comuniquemos mejor. En este sentido, la Iglesia católica tiene 1.200 millones de portavoces que llegan a todos los puntos del planeta. 

¿En qué materias es hoy más necesaria la formación para la comunicación de la fe?

Hay varias materias controversiales que son casi las mismas en todos los países: el medio ambiente, la homosexualidad, la ideología de género, el matrimonio y la familia, la eutanasia, la inmigración, etc. La doctrina social de la Iglesia trata de estos temas y de otros y es bueno que mucha gente reciba la formación necesaria para hablar de estos temas en su propio ambiente.

El Papa nos recuerda que no podemos hablar solo del aborto y del matrimonio (que son temas muy importantes en la sociedad de hoy). La Iglesia se preocupa de las personas en su totalidad y por eso otros temas como la pobreza y la inmigración también salen mucho en el magisterio pontificio estos últimos años, y deben formar parte de nuestra formación integral. 

¿Qué valores de nuestra fe compartimos con los no creyentes y nos hace falta destacar más para no alimentar batallas estériles?

Lo interesante de esto es que los movimientos llamados de “justicia social” que han nacido en los últimos años, y que a veces se usan para perseguir otros fines, tienen su base en ideas cristianas. Black Lives Matter a veces incita a la violencia pero en su germen es un movimiento en contra del racismo; Women’s rights are human rights se usa para promover el aborto, pero en su profundidad es una reivindicación de la dignidad de la mujer y de sus derechos, iguales a los del hombre. Love is love, que se usa para promover el matrimonio homosexual, se basa en la primacía del amor, el principio más importante del cristianismo. En la profundidad de nuestras culturas hay muchas huellas del evangelio. Diríamos que esos movimientos son respuestas inadecuadas a problemas reales.Esto nos da una gran esperanza de que para comunicar nuestra fe no tenemos que luchar contra otros sino buscar el punto de encuentro (que siempre es un valor cristiano) y comenzar nuestro diálogo desde allí. Está claro que comunicar así necesita mucho más esfuerzo que simplemente gritar nuestras creencias en voz alta. Pero es más eficaz.

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