Un pequeño error al principio…un gran mal al final
La reciente aprobación de la norma que viabiliza el aborto libre en el pleno de la convención no es sino el decurso natural creciente de los proyectos de ley aprobados en esta materia. Fue suficiente

La reciente aprobación de la norma que viabiliza el aborto libre en el pleno de la convención no es sino el decurso natural creciente de los proyectos de ley aprobados en esta materia. Fue suficiente legitimar la idea germinal de que en ciertas circunstancias excepcionalmente complejas el uso de la libertad de una persona puede estar por sobre el derecho a la vida de otra, de ahí en más solo había que desenrollar la madeja. Esto no debiera sorprendernos. Lo que sí llama poderosamente la atención es que los sectores que han votado a favor de la iniciativa se sitúan precisamente desde los argumentos que tanto critican al modelo neoliberal: los derechos reproductivos deben limitarse a garantizar la libertad individual de quienes tienen el poder de decidir a costa de quienes no lo tienen, sin otro horizonte que el de la propia autonomía de la madre. Como siempre, en el mercado de relativismo (ya sea económico o moral) siempre ganan los más fuertes. En el neoliberalismo económico, por salvaje que sea, al menos hay una mano invisible y leyes de mercado que obligan a refrenar el ansia de riqueza; en este caso, la ley solo ofrece derechos y garantías del cumplimiento unilateral de la voluntad autónoma e indivudal.
Juan Ignacio Rodríguez Scassi-Buffa, académico USS y vocero.