Valeria López Mancini sobre el Sínodo de la sinodalidad: “Un nuevo impulso al proceso nacional de discernimiento vivido en el país tras la crisis de los abusos”
“El Sínodo de Obispos es una asamblea que se reúne para ayudar al Papa con sus consejos sobre temas de fe, costumbres y disciplina eclesiástica. Además para estudiar temas que se refieren a la acción

“El Sínodo de Obispos es una asamblea que se reúne para ayudar al Papa con sus consejos sobre temas de fe, costumbres y disciplina eclesiástica. Además para estudiar temas que se refieren a la acción de la Iglesia en el mundo. También es una expresión de la comunión episcopal”, afirma Valeria López Mancini, Secretaria General adjunta de la Conferencia Episcopal de Chile (CECh), con quien conversamos para conocer más sobre este importante proceso que inicia la Iglesia Católica en el mundo.
El Sínodo fue instituido por Pablo VI el 15 de septiembre del 1965 y el Papa Francisco, con la Constitución Apostólica Episcopalis communio (de 2018), lo ha renovado profundamente, incluyendo en la sinodalidad “el caminar juntos” como dimensión constitutiva de la Iglesia, a todos los niveles de su existencia. “Celebrar un Sínodo siempre es hermoso e importante, pero es realmente provechoso si se convierte en expresión viva del ser Iglesia, de un actuar caracterizado por una participación auténtica”, afirmó el Santo Padre en el momento de reflexión al comenzar este Sínodo.
“La finalidad del Sínodo de 2021-2023 es escuchar a toda la Iglesia y encontrar métodos que faciliten el llevar este concepto de “sinodalidad” a la práctica. Como se ha expresado en el documento preparatorio, el objetivo no es producir documentos, sino ‘hacer que germinen sueños, suscitar profecías y visiones, hacer florecer esperanzas, estimular la confianza, vendar heridas, entretejer relaciones, resucitar una aurora de esperanza, aprender unos de otros, y crear un imaginario positivo que ilumine las mentes, enardezca los corazones, dé fuerza a las manos”, explica la Secretaria General adjunta de la CECh.
¿Cuál es la invitación a los católicos?
Para poder constituirse en una escucha real y amplia, Francisco ha solicitado -por primera vez en la historia de los Sínodos- que este no se limite sólo a la asamblea de octubre de 2023, sino que se inicie con fases previas de consulta en todas las Iglesias particulares del mundo. Por ello, la invitación es participar en los momentos de diálogo y participación que se darán a conocer en cada diócesis.
¿En qué consiste el camino o preparación que tendrán los sacerdotes?
En la misa inaugural del Sínodo, el Papa ha pedido a todos quienes comienzan este camino sinodal a sentirse llamados a ser expertos en el arte del encuentro. Invitó para ello a todo el Pueblo de Dios, pero especialmente a los sacerdotes, religiosos y obispos a practicar tres verbos fundamentales para poder cumplir ese “caminar juntos”: “Encontrar, escuchar, discernir”, porque – tal y como ha explicado – Jesús “en primer lugar encontró en el camino al hombre rico, después escuchó sus preguntas y finalmente lo ayudó a discernir qué tenía que hacer para heredar la vida eterna”. Por ello, ha pedido que se generen “los instrumentos y las estructuras que favorezcan el diálogo y la interacción en el Pueblo de Dios, sobre todo entre los sacerdotes y los laicos”, para ir transformando “ciertas visiones verticalistas, distorsionadas y parciales de la Iglesia, del ministerio presbiteral, del papel de los laicos, de las responsabilidades eclesiales, de los roles de gobierno”.
¿Cómo se prepara la Iglesia en Chile para el Sínodo?
En Chile este camino no comienza desde cero, pues reconocemos este momento como un nuevo impulso al proceso nacional de discernimiento vivido en el país tras la crisis de los abusos evidenciada con fuerza tras la visita del Papa. En ese momento nos propusimos avanzar, como Pueblo de Dios que peregrina en Chile, hacia una Iglesia más sinodal, profética y esperanzadora. Por ello, en contacto permanente con los equipos diocesanos, hoy estamos llamando a vivir esta etapa como una oportunidad para profundizar en la búsqueda de sendas de renovación y conversión de la Iglesia. El diálogo y participación promovido en las diócesis desde el 2018, el tiempo de escucha de la Asamblea Latinoamericana y este Sínodo lo entendemos como parte de un mismo camino sinodal al que nos impulsa el Espíritu Santo en este tiempo histórico para la Iglesia y la sociedad.
Para animar este proceso de discernimiento, la Conferencia Episcopal de Chile ha puesto a disposición una serie de materiales que buscan reconocer y revisar el camino sinodal recorrido desde 2018 en diversas comunidades de Chile y Latinoamérica, los que puedes revisar pinchando aquí.